25 de mayo

Un 25 de mayo, más exactamente el 25 de mayo de 1810, un pueblo se reunió frente al cabildo para reclamar soberanía sobre su propio destino... o al menos eso es lo que me enseñaron, lo que recuerdo.

De alguna forma no sé si hemos llegado al fin de esto, o si seguimos, perdidos, caminando. Te enseñan una cosa y la creés, pero luego crecés y algunas cosas no eran como las creías. Tengo una mezcla enorme de lo que es ser argentino, una mezcla que no me deja ver el centro. Recuerdos de actos en el colegio, de arroz con leche y mazamorra. Empanadas y gauchos. "Chinitas" preparando mate y el olor a pan criollo en las mañanas. Los caballos. El dulce de leche. El locro y el café con leche. Tostadas de manteca y mafaldas. El sur y el norte con sus paisajes. Viñedos con los mejores vinos típicos para acompañar nuestra carne en los asados de sábados. La fiesta de las colectividades en Villa General Belgrano, donde todos orgullosos festejan sus raíces antepasadas de italianos o españoles que lloraron su tierra pero que renacen en una nueva. Del famoso tango o de los escritores que han nacido aquí. De las oportunidades y de las faltas que tenemos. De las cosas que me "enseñaron" de Belgrano y San Martín y de las cosas que aprendí más tarde. Todo lo que se dice y que cree decirse sobre el CHE.
Tantas cosas que nos identifican pero que en este momento creo que nos desdibujan. Es una sensación de no saber qué significa o implica ser argentino. No la visión que tengan los demás de nosotros, sino nosotros mismos. Porque nosotros estamos adentro y sabemos o vivimos lo que es serlo.