años

El otro día estaba en un cumpleaños y le digo a mi pareja: "no quiero cumplir 27 !!"
Él me mira y me dice: "tranquila que no vas a cumplir 27.... vas a cumplir 28"

Me di cuenta que hace mucho sigo comentiendo el error de decir que tengo 26 años. Es como si en el último año de vida  mi subconsciente hubiese aceptado sólo los 26 y ahí se detuvo la cuenta. La cuenta regresiva.
No he vivido mis 27 años en todo este año porque seguía creyendome de 26 y resulta que ahora cumplo 28. No sé por qué nunca recuerdo qué edad tengo en el momento de llenar alguna papeleta por ahí, o en este caso, no recordaba que no es que vaya a cumplir 27 sino que ya son 28 añitos.
Y ni pensar que me restan dos años para la etapa de los treinta.... ahhhhhhhhhhhhhhhhh

Odio cumplir años. Sin embargo, se supone que hay que agradecer cada año de vida. Ya lo aprenderé.

Espero que pronto.

mi cielo

Se apaga la luz, y entre las sombras que se dibujan y las sábanas y el calor mutuo recorro todo tu ser. Me estremezco y sigo y avanzo hasta encontrarte. Tu respiración me guía. Te encuentro y me pierdo en los abismos de tu interior, y ya no me siento sola. Me dejo llenar de vos, y ahí entre las horas altas de la noche y el silencio del día, descubro qué significa todo. Cuando los días pasan con vos a mi lado, aprendo. Encuentro todo lo que busco, cuando estás dentro de mí. Todo allá afuera me es desconocido y tenebroso. Sos lo que sueño, y lo que veo cuando despierto. Sos lo que pienso y lo que imagino.Tus dedos y tus manos, los rizos en tu cabello, los dientes de una boca y una sonrisa en un rostro que me dan alegría, unos brazos de unas extremidades que te conforman y me rodean por completo, un cuerpo entero que embotella todo un espíritu y mente que me acercan a tu corazón y tu existencia. Sos todo vos lo que amo. Sos todo vos lo que odio, a veces. Sos todo. Y de a ratos creo que sin vos, todo es la nada. De seguro nadie entienda. Sos lo más cercano al cielo de lo que yo estaré.

a vos te hablo, me escuchás? 
Suerte que despierto junto a ti
Suerte que sentí lo que sentí
Suerte que hay más por conocer
Suerte que contigo creceré.

encierro

El otro día acostada en la cama, observaba los pájaros en el cielo. Es algo que suele relajarme. Los miraba y pensaba. Muchas cosas pensé.
A la mañana temprano, y si el clima acompaña, se pueden ver miles de aves. Los miraba y pensaba en los pájaros que viven encerrados en jaulas diminutas rodeados de mijo, algún trozo de manzana, y esas estúpidas hamacas para aves. ¿Alguna vez viste cómo se ve un pájaro dentro de una jaula?
¿Alguna vez observaron un pájaro volar y planear y hasta dejarse llevar por el viento? ¿Los vieron posarse en las altas ramas de un árbol y mirar el mundo desde allí? ¿Los observaron detrás de los barrotes de una jaula? ¿Alguna vez viste cómo se ve un pájaro dentro de una jaula?

No entiendo por qué ni quién invento alguna vez esta moda de encerrar un ave. Me da mucha pena y me gustaría que algún día esta idea cayera en desuso. Encerrar aves debería ser algo extraño, debería pasar de moda. Los pájaros pertenecen al cielo y nada más.

soledad

El otro día se me cruzó por la cabeza la frase de que todo hombre es una isla. ¿Esto explicaría el porqué de tal tarea complicada como acercarse al otro? Me quedé pensando en aquellos que viven su vida de manera solitaria, quienes no tienen otra compañía que la de ellos mismos. ¿Elección propia o circunstancias externas?
Siempre pensé en la gente que, por ejemplo, se sienta a comer en algún restaurante de la ciudad o simplemente a tomar un café y miran a través de una ventana cómo pasa el mundo, o leen algún libro mientras la mayoría de la gente que está en el lugar no sólo disfrutan de una comida o de una infusión, sino que comparten ese momento con otras personas, se comparten risas o serias charlas mediante ese mismo café. O el ejemplo de la gente que va al cine sola en contraste con los demás que eligen la compañía de una pareja, o grupo de amigos, o de la familia también, al final de la misma tener alguien con quién comentar la película en el momento de la salida.
Llegar a una casa y que nadie nos reciba, meterse en una cama donde nadie nos espera, sentarse a la mesa y comer en silencio sin nadie con quien charlar, o finalizar el día y que no haya nadie más que nosotros mismos. Mucha gente dice que vive sola y disfruta de ello, pero vivir solo es vivir la soledad? ¿Se puede ser feliz si no se tiene con quién compartir?
Encuentro terrorífica tal escena, yo no sé si podría imaginarme por un día, una vida en soledad. Siempre le tuve miedo.