ojo!

El otro dìa en mis usuales viajes en colectivo, me colguè pensando durante el trayecto de 40 minutos. Va a sonar gracioso de seguro pero me pongo medio "filòsofa" arriba del colectivo y todos los pensamientos màs existenciales que se les ocurran me pasan por la cabeza. No sè què es, pero siento como si espiara a la humanidad desde el bondi. Puedo mirar la gente que pasa, y por un rato yo no estoy en medio de la muchedumbre, es como mirar desde afuera. Ves la cara de la gente que camina inadvertida y descuidada, gente que rìe, bosteza, mucha gente con cara de pocos amigos, gente que espera en largas colas de colectivos o de bancos por pagar cuentas, gente paseando perros, perros solos en las calles, sucios y muertos de hambre, gente que pide, gente que da monedas a èsos que te abren la puerta de los taxis, los clàsicos enamorados en las plazas. La gente camina y se choca, en algunos casos se empujan y ni miran a quièn asì que està de màs decir que ni disculpas se dan, niños, adolescentes, jòvenes, ancianos, familias, solos, amigos, parejas, todo tipo de gente camina y camina por las calles de Còrdoba. Los edificios, el terrible tràfico en la zona cerca al Patio Olmos, los bares llenos de gente tomando una cerveza o un cafè, gente almorzando o cenando en restoranes, gente que camina de la mano y otros que discuten en la puerta de alguna casa. Los parques llenos de flores, àrboles verdes y fuertes, las palomas, las casonas antiguas con humedad y descuido en sus muros o las casas enormes de barrios residenciales con garages dobles o los departamentos con alguna soga con ropa colgada, o las casillas con techo de chapa. Gente en bicicleta o autos. Gente fumando, alguno colgado mirando la nada. Gente que mira vidrieras. Calles sucias y algùn perro comiendo de la basura. Un gato en una ventana. La vida ocurre y siento que puedo observarla desde adentro del colectivo, en general sòlo la vivo, pero no la miro. Comencè a preguntarme si no es demasiado grande el efecto de la cantidad avasalladora de imàgenes que consumimos por dìa.
Vemos tantas cosas a nuestro alrededor y esto debe tener un impacto enorme en nuestro cerebro, procesando millones de imàgenes y colores por segundo.
Es verdad que los demàs sentidos tambièn nos informan de lo que nos rodea; podemos escuchar sonidos y voces, podemos degustar sabores, percibir aromas diferentes y tocar variadas texturas pero nunca habìa pensado lo increìble de mirar lo que hay a nuestro alrededor. Y pensar que los que poseemos visiòn rara vez nos damos cuenta de esto. Tal vez nadie entienda de lo que estoy hablando y a lo que me refiero, pero es que a veces, como el otro dìa, sentì que es demasiado lo que hay para mirar, a veces no tengo ganas al levantarme de ver lo que ocurre en el mundo, a veces es demasiado.