anònimo

El otro dìa casualmente vuelven a preguntarme una vez màs por què no tengo una cuenta en facebook. Admito la curiosidad de ver fotos de gente que hace años que no veo, pero como dicen la curiosidad matò al gato asì que mejor "me quedo en el molde" ;P
Una de mis mejores amigas me decìa que le resultaba algo raro (creo que èsa era la palabra) o que le llamaba la atenciòn que pueda volcar intimidades en un blog frente a tantos extraños y encima aceptar opiniones sobre cosas importantes para mì. Lo pensè y es que me doy cuenta que muuchas veces es màs fàcil hablar frente a un extraño, màs aun en la dimensiòn de lo que significa lo virtual; a un modo inconsciente pensàs que no te van a juzgar como lo harìa alguien que sì te conoce. Y no lo digo de una forma mala, pero el que lee, simplemente lee "mi lado" de la visiòn de las cosas y me puedo abrir por completo a travès de las palabras que quedan ahì, escritas. El que te conoce sabe de tu visiòn pero tambièn de las demàs aristas del problema. Està en el exterior, en la realidad. Pero el lector sòlo le permitìs leer, no ve el todo, ve una parte. Ademàs, es tan fàcil hablar sin tener que mirar a los ojos al otro, aunque asì tambièn se presentan las malinterpretaciones y demàs. Y es que creo que es verdad esa frase que los ojos son las ventanas del alma. Por lo menos acà no siento mil ojos juzgadores y expectantes, a veces es peor los expectantes que los juzgadores.