un abrigo y un submarino por favor!

Se nota que el invierno está visitandonos. Lo sé porque no hay algo que desee más que quedarme en la camucha hasta tarde con las frazadas hasta la nariz y el antojo por submarinos de chocolate con churros se acrecienta con las bajas temperaturas. La nariz no deja de estar colorada y los estornudos son casi tan seguidos como la respiración. Los pañuelos descartables pululan la habitación como las bufandas y gorritos de lana pululan la ciudad. Los árboles se presentan fríos y secos, casi sin vida. El viento frío camina de la mano del invierno y juntos atacan diarios que vuelvan sin poder descansar, bolsas que viajan a contramano y la gente que duerme a la intemperie. Las carteles de liquidaciones en ropa de invierno también abundan en las vidrieras, mientras que la gente se amontona en los bares a tomar un tecito caliente y otros se amontonan en las farmacias prontos a comprar un jarabe con sabor a frutilla.




Bueno, les dejo un saluditos estimados lectores y me voy con el antojo de un submarino de chocolate que acompañe esta bella canción; mejor duo no se me ocurre en este momento que relajarme en un sillón bebiendo algo caliente y escuchando The Beatles. Buen fin de semana a todos.