sinceras disculpas


Disculpame mi amor. Disculpame por las mil y una. Disculpame por las miles pasadas, presentes y futuras escenas de nena algo malcriada. Disculpame si a veces logro que ambos nos indispongamos. Disculpame si a veces o casi siempre esbozo una mueca o mi ceja se dobla al menor indicio de que algo no saldrà a mi gusto. Disculpame por los pucheros. Por las quejas sin sentido y disculpame por las con sentido también. Disculpame porque a veces hago que nuestros minutos se tensen, se vayan más ràpido. Disculpame porque a veces me despierto y olvido decir lo mucho que te quiero o lo fuerte que late mi corazón en cada abrazo. Disculpame por arruinar sorpresas y por jugar a aparentar que nada sale bien. Porque si te tengo conmigo, porque si tengo tu corazón con el mìo no hay nada tan malo o nada que no pueda solucionarse. A veces parece que nada me alcanzara cuando lo cierto es que si tengo tu mano fuerte sosteniendome, tu sonrisa de niño sólo para mí y tu mirada sincera en frente de mí, pues no hay nada que necesite fuera de vos.

A veces la lucha entre la nena y la mujer es confusa.