Fiestas

Recuerdo cuando era niña, lo mejor era la época de Navidad. Muchas veces fui extremadamente feliz al recibir los regalos que esperaba con tantas ansias. Era algo genial también creer en Papá Noel o Santa Claus o como sea que sea uno de sus miles de nombres. También era divertido creer en los Reyes Magos e imaginarme los tres camellos entrar al living de mi casa y comer el pasto y beber el agua que les habíamos dejado.
Luego pasaron esas épocas. Me hubiera gustado que no se fueran nunca. Pero uno crece. O se supone que se hace eso. Pasado el tiempo, a causa de que fui criada en una familia católica, me acerqué a la Navidad desde otro lado. La Natividad tenía un significado diferente. Era uno de fe en un tiempo, pero duró poco. También si les soy sincera, me hubiera gustado creer en eso. Pero se acabó. Siguió pasando el tiempo y me seguía preguntando qué significa. La materialidad y fuegos artificiales que rodean "a la familia de la Natividad" hacen que se desvirtue todo. Hoy ya no es una festividad exclusivamente religiosa y católica. Es de todo el mundo dispuesto a comprar un árbol de navidad repleto de regalos, comer hasta reventar y tomarse todo el alcohol posible. No sé cómo lo festejen otras personas en el mundo. No sé cómo lo festejen otras personas cercanas a mí. Porque de hecho, hay gente allá afuera que tal vez no esté pensando en la Navidad y demás fiestas por el simple hecho de que tienen otras cosas en que pensar. Para muchos no tiene significado.
Por eso pensé, que podía ser algo bueno buscarle mi propio significado a fechas como éstas. Lejos de lo religioso, de lo comercial, de lo hipócrita y pueril. Lejos de los miles de mensajes que comienzan a llegar a mi celular, mensajes masivos de gente que rara vez veo, pero que me dicen que soy parte muy importante de su vida y finalizan con la frase "Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo". Lejos de todo esto. Creo que puedo reunirme ante una mesa navideña y compartir un momento con la gente que quiero. Pensar que es una excusa para estar con ellos y festejar. ¿Festejar qué? Puede haber muchos motivos, agradecer lo que uno tiene y saber que no muchos viven la vida como uno la vive. No olvidarnos nunca de eso, de que si estamos nosotros bien y en situaciones afortunadas, es para no sólo ser agradecidos, mas ayudar a los demás.

Me ponen un poco melancólica esos tiempos de niñez. Me gustaba mucho la Navidad. Pero hoy creo en otras cosas. Y sí, como dice la frase, si seguimos con esta idea de ojo por ojo, nos vamos a quedar todos ciegos.



Aclaro que los últimos dos mensajitos que aparecen en la edición del video no son míos y mi intención va con "buena onda" y ganas de que todos podamos abrir los ojos, no de levantar dedos hacia los demás.