El otro día descubrí una genial sensación al meter los pies en el agua. Ya muchos han hablando de las propiedades terapéuticas del agua, y en esta ocasión puedo dar buena fe de ello.
Hundí los pies en la arena y me invadió una sensación de bienestar, me tiré hacia atrás y mi cabeza se mojó por completo con el agua del río. Era justo lo que necesitaba para relajarme y cargar pilas.
Con esto me quedé pensando en los pequeños placeres que voy descubriendo casi sin advertirlo y sin esperarlo; me encanta el agua fría en la cabeza en los días de extremo calor, me encanta el primer sorbo de café en la mañana y ni hablar del aroma, me gusta enterrar las manos en arena o en una bolsa con lentejas, adoro la suavidad del flan en la boca, las frazadas hasta la nariz cuando hace frío, me gustan los abrazos fueryes y largos, mirar árboles, y lo suave del pelaje de los gatos. Muchos más ejemplos podría poner en una lista imaginaria que en este preciso momento me estoy haciendo.
¿Y no será más fácil buscar cosas simples para ser feliz, para sentirse completo? Voy a considerarlo.
Buen comienzo de fin de semana lectores.
5 comentarios:
pues te cuento que lo doméstico no es mi fuerte, pero disfruto mucho de lavar platos a mano. adoro el agua cayendo en las manos mientras se hace el lavado. no uso guantes nunca y aunque esté en invierno uso agua heladita. ahhh! y los amigos charlando todos en la cocina, mientras estoy en el oficio, es otro de los pequeños-grandes placeres que tengo. un abrazo :)
Qué placer interesante, de hecho nunca lo había escuchado.
saluditos Maga
Es que el mundo nos ha enseñado que los imple no da felicidad
"me encanta el agua fría en la cabeza en los días de extremo calor,las frazadas hasta la nariz cuando hace frío, me gustan los abrazos fuerTes y largos, mirar árboles":
ah que hermoso!!!!!!!
besotes
Minombresabeahierba: pues eso es lo que me gusta a mí y lo encuentro hermoso, y vos? No me dijiste qué te gusta.
saluditos
Es muchísimo más fácil, en serio que si...
Besicos
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